viernes, 21 de octubre de 2011

Los intereses bastardos de Occidente se imponen en Libia

Gadafi asesinado vilmente: Un nuevo crimen de Occidente contra el mundo árabe y van... a someter todo si es que lo dejan...
Por: Carlos Aznárez

Finalmente lo lograron. Apresado vivo en su trinchera de combate de Sirte, el líder libio Muammar Gadafi sufrió lo que es común cuando se enfrenta al Imperio en cualquier parte del planeta. Sus captores le aplicaron con total impunidad la "ley de fuga" y lo asesinaron vilmente, para luego mostrar, una y otra vez, su cadáver sanguinoliento ante las cámaras de los lacayos de Al Yazeera, Reuter o la CNN. Los monstruos de la OTAN festejan su hazaña con risotadas y gestos desafiantes. Ellos, a los que la prensa del discurso único sigue denominando "rebeldes", "revolucionarios" o "combatientes", son en realidad un puñado de vulgares criminales que jamás podrán compararse con los auténticos luchadores de la Resistencia libia que durante ocho meses han aguantado a pie firme miles de bombardeos de la OTAN y el avance enloquecido de sus esbirros, armados hasta los dientes, pero definitivamente cobardes en el combate cuerpo a cuerpo.

El asesinato del líder libio es, sin duda un duro golpe para su pueblo pero no se puede hablar de una derrota definitiva. Eso es precisamente lo que temen los mandos occidentales de la OTAN, ya que allí está como ejemplo lo ocurrido en Iraq y Afganistán, donde la otrora "victoria" de los invasores se fue convirtiendo en un infierno, que los ha ido obligando a huir de lo que consideraban "territorio propio".
Todo indica, en ese sentido, que la Resistencia Libia crecerá, aunque busque otras formas de lucha para combatir a tan viles enemigos que no sólo han generado matanzas masivas sino que han destruido (como hicieron en Iraq) la casi totalidad de la infraestructura de uno de los países más desarrollado del continente africano.

Lamentablemente, y esto es lo que queda cada vez más claro a la luz de lo ocurrido en todos estos años, el gran error de Gadafi fue haberse relacionado en su momento con quienes hoy se han convertido en sus verdugos. Como bien decía Che Guevara, "en el imperialismo no se puede confiar ni un tantito así, nada" . Gadafi desoyó tales recomendaciones y sucumbió a los cantos de sirena, tentado por la idea de poner en marcha reconciliaciones imposibles -con quienes le habían asesinado a su propia hija- y cruzó sorpresivamente el charco, llevado de la mano de especulaciones financieras indefendibles. Lo ocurrido en esa época ensombreció parcialmente la historia de quien surgiera como uno de los baluartes de la Revolución africana. Daba la impresión de haber emprendido un camino sin retorno, pero no fue así, ya que a mediados de 2010, su Gobierno había decidido poner coto a las ambiciones económicas de sus "aliados" y eso es precisamente lo que puso en marcha, en el mes de febrero, la campaña injerencista de los EEUU y la Unión Europea para apoderarse del petróleo y el oro libio.

Ahora bien, que Gadafi haya sido seducido en su momento por las tentaciones de Occidente, no disculpa para nada que buena parte de la izquierda internacional y los sectores progresistas se hayan podido equivocar tanto a la hora de repudiar la invasión criminal de la OTAN y por lo tanto no movilizarse contra ella. Fue precisamente en esos momentos tan álgidos, cuando se convierte en complicidad criminal dudar sobre quien es realmente el enemigo principal de los pueblos que luchan y abogan por su independencia. Definitivamente, no se podía dudar de qué lado del campo de batalla ubicarse.

Por otra parte, fue precisamente en esos momentos cuando la figura del coronel Gadafi comenzó otra vez a agigantarse, sobre todo a la luz de la vesanía de quienes bombardeaban y masacraban a su pueblo. Su decisión de resistir junto a su pueblo y no abandonar un territorio que comenzaba a convertirse en un escenario de muerte y destrucción, hicieron evocar aquellos años en que derrocara a la monarquía e implantara una nación revolucionaria con definiciones socialistas.

Atrincherado en los bastiones de Beni Walid y Sirte junto a sus combatientes, Gadafi y sus hijos fueron demostrando en estos dos últimos meses, en que los ataques otanianos se hicieron más intensos, que frente al Imperio y su accionar criminal no queda otro camino que la resistencia. Una y otra vez, los combatientes libios hicieron retroceder a los mercenarios del Consejo Nacional de Transición, y en este desigual enfrentamiento, se fueron escribiendo páginas de una heroicidad sin par, ya que Sirte (una de las ciudades más bellas de Africa, hoy virtualmente destruida) fue algo más que una trinchera anti OTAN, sino que se convirtió en símbolo del coraje de todo un pueblo. Allí precisamente, dicen las agencias occidentales -de dudosa fama a la hora de la credibilidad- que habría sucumbido el líder libio, peleando hasta el último instante, cumpliendo la palabra dada a sus seguidores incondicionales, de no abandonar el país hasta la victoria o el martirio.

Ahora, que las pantallas televisivas muestran la alegría del pederasta internacional Berlusconi o de sus colegas Sarkozi, Obama y Clinton, mezclado con flashes en que se ve el cuerpo del coronel libio, ahora que vendrán los buitres voraces a robarse las riquezas del país y aplicarán el terror contra quienes no se sometan a sus dictados, ahora que se instalarán los invasores de la Africom, una buena parte del pueblo de esa Nación invadida y arrasada por la criminalidad occidental, llorará a su líder, hará su obligado duelo, pero sin pérdida de tiempo se sumará a los nuevos batallones de la Resistencia que más temprano que tarde harán arrepentir a estos nuevos Cruzados de Occidente, ambiciosos, bestiales, destructores, como sus antecesores.

Lo ocurrido en Libia deja enseñanzas que no hay que desatender. El Imperio en su contraofensiva no se detiene ante nada, cuenta para ello con la cobertura del terrorismo mediático y de cómplices insospechados que con su silencio amparan su accionar devastador. De allí que sea necesario que las fuerzas populares y progresistas del planeta tomen nota y se preparen para nuevos escenarios donde, sin duda, habrá que unir fuerzas, dejar de lado divisiones estériles y agudizar la creatividad para resistir y vencer a esta nueva vuelta de tuerca del colonialismo occidental.

miércoles, 12 de octubre de 2011

La realidad del "imperio"

Hogo Presman // Lunes 10 de octubre de 2011
La realidad es siempre compleja. Si se la simplifica se cae en la posibilidad que el análisis termine siendo maniqueo, es decir sin matices, con una tendencia a reducir los actores sociales en buenos y malos.
EE.UU está viviendo una de sus etapas más críticas. Su posición de país imperial, que hace sentir su poder en cada metro de la superficie terrestre tambalea. El país más poderoso, si se analizan sus números macroeconómicos, es un país concursado.
Según Hegel "todo lo que es real es racional". Según Francis Wheen en su libro "La historia de El Capital": "…los Jóvenes Hegelianos, los que compartían las primeras obras de Hegel, más subversivas, preferían citar la segunda parte del aforismo: "Todo lo que es racional es real".
El país más poderoso, si se analizan sus números macroeconómicos, es un país concursado. Su deuda supera al producto bruto. El déficit llega al 10%. La desocupación supera el 9,1%, lo que implica catorce millones de desocupados. Pero si se suman los subocupados y los que ya no buscan trabajo porque consideran que están definitivamente excluidos del mercado la cifra asciende a treinta millones.
Las tasas que afectan a negros y latinos duplican la general. La pobreza alcanzó en el 2010 al 15%, alcanza a cuarenta y seis millones de personas o sea a una cantidad equivalente a la población de Argentina, más dos veces la población de la Capital Federal.
Según Bernardo Kliksberg el 20% de los chicos y el 27% de los negros y latinos son pobres. Es el número más grande desde que se llevan estadísticas.
Hay cincuenta millones de norteamericanos sin cobertura médica.
Es la economía que produce el 25% del Producto Bruto Mundial y hace dieciocho meses seguidos de caída o bajo crecimiento, la recesión más larga de su historia desde la posguerra.
Con este panorama, es lógico que muchos de los que se criaron con la esperanza del sueño americano, integren la legión de los indignados. La película que Hollywood vendió al mundo, por el cual el libre mercado retribuye a cada participante según sus méritos, no tiene un final feliz. La desigualdad aumenta escandalosamente, porque los poderosos obnubilados tienen una gula insaciable. El partido Republicano y su sector más reaccionario que integra el Tea Party, no admite pagar más impuestos que han sido consecuentemente reducidos en las últimas décadas.
El presidente Barack Obama ha afirmado que: "Algunos millonarios pagan menos impuestos que sus secretarias", según lo consigna el economista Paul Krugman en su blog.
Muchos años antes Carlos Marx escribió: " El capitalismo llega chorreando sangre y lodo."
Mucho más acá, el 25 de agosto de 1944, el entonces Coronel Perón, intentando persuadir a los empresarios para que cedan un poco para evitar perder todo, les dijo: " La Secretaría persigue el objetivo de evitar el cataclismo social, que es probable, no imposible….hay que suprimir la causa de la agitación: la injusticia social. Es necesario dar a los obreros los que estos merecen por su trabajo y lo que necesitan para vivir dignamente….Es necesario saber dar un treinta por ciento a tiempo que a perder todo a posteriori"
La realidad es siempre compleja. Lo que sorprende e impacta cuando la realidad se vuelve maniquea. Es lo que sucedió hace unos días cuando los indignados ocuparon Wall Street, esa exteriorización simbólica del corazón del poder económico mundial que debe su nombre a una muralla construida por los holandeses en 1644, con el propósito de defenderse de los ingleses, eran observados desde los balcones ocupados por los ceos y sus bellas secretarias con copas de champagne en sus manos. Una escena de una película clase B. O una realidad clase B. Que despierta esperanzas clase A.
Nuevamente Carlos Marx nos recuerda: "El capital es trabajo muerto que sólo se reanima vampirescamente, chupando trabajo vivo" O cuando cita un discurso de Timón de Atenas en el que el dinero es descrito como "la prostituta de toda la humanidad"
Esos ceos torpes, protagonistas de una impúdica escena, graduados en universidades de negocios que los vuelven ciegos, podrían verse retratados en un viejo relato talmúdico de la tradición judía.
Cuentan que un empresario acudió a un rabino para que le explicara el motivo del rechazo que provocaban sus actitudes entre sus empleados. El rabino lo tomó de la mano y lo condujo hacia la ventana. Le preguntó: -¿Dime que ves en la calle?- Gente le respondió el empresario. Luego el rabino lo condujo frente a un espejo y le volvió a preguntar:- ¿Que ves ahora?- "Me veo a mi" respondió el empresario. Entonces el rabino le dijo: "Ahí tiene la explicación. A través del vidrio que está en la ventana podes ver a la gente. En cambio en el espejo, para que se refleje tu imagen hay detrás del mismo un baño de plata. Y cuando hay plata, hijo mío, uno deja de ver a la gente y sólo se ve a sí mismo"
http://www.diarioregistrado.com/politica/53781-la-realidad-maniquea.html