jueves, 2 de octubre de 2008

Carta a un amigo

Estimado Aurelio: Tengo aquí en mi mesa tu carta de mayo, que la he leído ya varias veces, y que me hace recordar que estoy en deuda contigo. Me pides que te vaya "enviando información sobre temas que nos ayuden a compartir y a mejorar nuestros conocimientos". Que más quisiera yo que contribuir a "mejorar nuestros conocimientos". No me creo yo con la capacidad suficiente para ello. Te ofrezco, no obstante, mi modesta apreciación sobre cosas y hechos que a mi parecer no están bien y que merecen al menos un comentario crítico o, tal vez, una condena total.
Leí el artículo de la doctora Lobato "La pérdida de valores de los últimos tiempos" en el que describe la situación angustiosa que padecen algunos padres y abuelos abandonados a su suerte por el egoísmo o la falta de cariño de unos hijos o nietos "malnacidos". Esta doctora sitúa esta pérdida de valores en "los últimos tiempos", pero yo considero que esa "perdida" viene de mucho más lejos aún. Todavía me acuerdo yo que mi padre hablaba de usted a sus padres, pero el nunca me obligó, ni lo quiso, que yo le tratara con igual muestra de respeto. Yo creo que hizo bien, pues no por eso dejé nunca de perderle el respeto ni de quererle menos que él a sus padres. Lo que pasa hoy día es que la sociedad humana es muy distinta a la que vivimos de niños y nos conformó. Los jóvenes hoy día, y los no menos jóvenes también, se ven obligados a resolver unos dilemas en la vida que nuestros padres no conocieron. Ellos, de alguna o otra forma, tenían desde niños resuelto su futuro..el que era de arraigo campesino, con las naturales excepciones, seguiría siendo campesino, el que de burócrata tenía resuelto también su futuro, el que militar también militar...y así por estilo. Los enormes cambios sociales, las revoluciones y el progreso tecnológico han llevado a la condena de lo viejo "por obsoleto e inservible", han ido cambiando la mentalidad de la gente durante varias generaciones. Hoy una de las cosas que me preocupan y sobre las que deberíamos centrar nuestra atención es la de estudiar con profundidad la mentalidad de nuestros coetáneos, establecer "qué valores" de la vieja tradición tienen hasta hoy día "vigencia" para reeditarlos, cuales deberían recibir un tratamiento nuevo para hacerlos potables y aceptables y cuales se deberían dejar en las vitrinas de los museos como reliquias históricas.
Te pondría un ejemplo: Sabes que no soy creyente, es decir, que no profeso ninguna religión, aunque soy profundamente respetuoso con el que si lo es...me considero agnóstico, pues creer creemos todos, solo que de forma diferente... Cuando en el pasado la Iglesia católica tenía "la verdad absoluta" resultaba un verdadero heroísmo sostener criterios contrarios...hoy puedes ser creyente y comulgar con los postulados de esta Iglesia..pero en la gran mayoría de los fieles prevalece el "buen juicio" hecho que impide caer en el fanatismo, lo cual me parece un gran progreso.... por desgracia los pueblos árabes, que no todos, atraviesan esa etapa de pérdida del "buen juicio" y así están los pobres como están, manipulados salvajemente en nombre de una deidad por unos guías espirituales irresponsables que se preocupan más por mantener en la ignorancia a sus fieles que en llevarles la paz y el consuelo que tanto necesitarían. Cuando la política y la fe se dan la mano para realizar supuestas "grandes obras" los resultados suelen ser siempre catastróficos. Un ejemplo, entre tantos, podría ser el triunfo de Franco que mantuvo durante cuarenta años en el atraso, físico y mental, a los españoles. Por suerte parece que se vuelve a recuperar "el buen juicio" y así podemos encontrar a mucha gente maravillosa que, como la doctora Lobato, sabe donde está y debe estar el "corazón".
Me dices que "mucha gente pierde la ilusión y tira la toalla". En el idioma checo se dice que "pobre aquél que no tiene ilusiones" y que en español decimos "de ilusiones vive el hombre", como ves la ilusión es un valor universal que está presente en todos los idiomas...por algo será. Yo me sentiría terriblemente pobre de espíritu si no tuviera ilusiones..ni siquiera podría escribirte esta carta. En cierta forma somos bastante afortunados".
Me preguntas si sé quien mueve los hilos del mundo... si comprendo bien tu pregunta te diría que no... tengo mi idea propia por la que me explico el por qué de mucho de lo que sucede en este mundo... por ejemplo, el por qué consiguió China celebrar la Olimpiada, la razón o razones que lleva a los palestinos a estar en contra del Estado de Israel, la descomunal pobreza en África, el atraso de los países que fueron antiguas colonias españolas en América Latina, la prepotencia de los EEUU que les llevan a creer que están por encima del bien y del mal, y a pasarse por la bragueta todo el derecho internacional (fenómeno que por cierto no es nada nuevo)y los mismos derechos humanos que ellos creen haber inventado, creo comprender también que una de las causas básicas del grave deterioro del medio ambiente es el enorme crecimiento de la población mundial, que para el 2025 se calcula será de más de 8.000 millones de seres humanos con derecho a una vida digna, un derecho al que tendrán acceso menos de la mitad de ellos, criterio que considero excesivamente entusiasta. En el mundo, desde siempre, han existido unos hilos que son movidos por las fuerzas del bien y del mal, son esas fuerzas encontradas que siempre han provocado, tarde o temprano, esas guerras salvajes y que realmente no creo que terminen nunca a no ser que se instaure un día, a nivel mundial, un sistema de convivencia humana más sensato que la democracia parlamentaria.
¿Cómo construir un mundo más feliz? Aurelio.. ese es un tema que reclamaría más de un libro... creo que ni la enciclopedia de la Real Academia de Lengua sería suficiente... ¿Cómo erradicar el egoísmo, la sed sin fin de dinero y poder? ¿Cómo reprimir los instintos bajos de tantos malnecidos? ¿Será posible que el hombre consiga algún día la sensatez o la sabiduría suficiente para establecer una sociedad más feliz? Naturalmente que la lucha por las ideas nobles, contra la violencia bélica, contra el armamentismo y por la salvaguarda de un medio de vida sano siempre vale la pena y tiene sentido.
Hoy ya, a mi edad y en las circunstancias en que vivo... lo que más me atrae la atención y preocupa, fuera de mi familia, es la política internacional, especialmente la que practican algunos gobiernos, como la guerra en Afganistán e Irak, el proceso de instauración capitalista en China también me apasiona, los progresos técnicos que podrían significar una bendición para el ser humano y que se utilizan primeramente pensando en el beneficio o en las ventajas militares que podrían aportar..en pocas palabras todo lo que tiene relación con el progreso o que trata de frenarlo. Vivo mi jubilación con la esperanza de que se produzcan hechos positivos que ayuden a hacer la vida más alegre y feliz... como comprenderás siempre con la cabeza llena de utopías. Cierro por hoy y me queda la pena de no compartir contigo otros otros temas, pero no es la última vez que te escribo y ya tendré ocasión de abordarles. Recibe un cordial abrazo fraternal en compañía de tu querida familia y cuando puedas me dará muchísima alegría recibir noticias tuyas. Miguel.